Este Cirio Pascual destaca por la incorporación del Crismón y la Cruz adornada, representaciones icónicas que evocan la autoridad de Cristo y su reinado eterno. Cada elemento en su diseño resalta la grandeza del Misterio Pascual, guiando a los fieles en una experiencia de fe y devoción profunda.
La calidad de su parafina asegura una combustión uniforme y prolongada, permitiendo que este cirio permanezca encendido en múltiples celebraciones litúrgicas a lo largo del año. Los símbolos Alfa y Omega, junto con la numeración del Año Litúrgico, enfatizan la eternidad de Dios y su presencia inmutable en la vida de la Iglesia.
Disponible en distintos tamaños, este cirio es ideal para parroquias y templos que buscan una representación solemne de la redención y el amor divino, proyectando luz y esperanza en cada ceremonia de Pascua.
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